El Tigre salió a ganar el partido en el Tahuichi frente a un Oriente que estuvo con la cabeza en el partido de la Copa Sudamericana del próximo jueves. Villegas repetió el equipo que goleó a San José –metiendo un solo cambio inevitable, Daniel Chávez por el expulsado Nelvin Soliz. The Strongest generó una docena de ocasiones claras de gol pero la falta de puntería arriba resucitó penosamente para impedir una victoria aurinegra. Hasta Pablo Escóbar perdonó en la segunda parte con el arco completamente desprotegido.

Abstracción de este pecado de perdonar al rival, el resto son buenas noticias. La zaga stronguista se afianza con la dupla Méndez-Barrera mientras que la contención tiene a Veizaga y a Chumacero como dos hombres de batalla contínua. De media cancha para arriba, Saucedo sigue jugando a ráfagas y a ratos demasiado lejos del arco. Y Dani Chávez es una buena alternativa a la ausencia de un eléctrico Nelvin. El problema sigue siendo el gol, la eficacia cara al arco.

Oriente acusó las bajas, especialmente de Alcides Peña, su hombre más peligroso arriba, lesionado a la media hora del partido. Arriba, sus changos no dieron problemas excesivos a la defensa aurinegra, con un Alves y un Mojica, desentonados. Cuando Chumacero dejó la cancha por lesión (entró Cristaldo) el Tigre perdió contención en el medio. Ahí en el último tercio del partido, apareció Oriente que recuperó la posesión de la pelota. Un gol muy dudoso de Rodrigo Vargas puso el 1-0. Luego con dos puntas, el Tigre buscó el empate que llegó con un rebote y la suerte de Barrera.

El Tigre demostró solidez y ambición; mereció ganar con facilidad pero perdonó demasiado. Quien perdona, muere. O casi. Un empate con sabor a poco que obliga a afinar la definición para seguir soñando con el tri.

Según lo que nuestro poco sensible paladar pudo percibir, los chupetes tienen sabor a Coca Cola y los caramelos con una sazón a piña muy exquisita…

Lo único que no nos gustó, fue el diseño del escudo que está impreso en el embase; pues le “metieron” alegremente un escudo funefrero son supremacía del negro el que está de fondo del texto “THE STRONGEST”, diferente a lo que establecen los estatutos que indican que el nombre del club irá sobre un fondo de color AMARILLO…..; y en las franjas verticales que corresponden al amarillo, también le metieron un color que parte de mostaza y acaba en un naranja eléctrico; todo ello fruto de la falta de una política institucional para definir y establecer un respeto y difusión de nuestros emblemas; y es también por ello que en el Complejo de Achumani -y desde su fundación- uno puede encontrar hasta una decena de diferentes blasones que se suponen representan al club, pero que no debería ser el caso de una entidad tan prestigiosa y centenaria como es la nuestra.....

excepciones, como lo hace la CPE, en el caso de bolivianos hijos de padre o madre extranjeros; en el caso de bolivianos nacidos en Bolivia pero de padres extranjeros; en el caso de hijos bolivianos nacidos en el extranjero, pero de padres bolivianos; en el caso de nacionalización por matrimonio y menos en el caso de nacionalizados como Escobar, Luis Cristaldo, Darío Rojas, Leonel Trucco, Ricardo Fontana o Eligio Martínez que, respondiendo al llamado del seleccionador eventual, jugaron vistiendo la casaca boliviana representando al país en torneos FIFA (y por lo tanto, considerados por lógica como bolivianos), pero considerados por la asociación local (en este caso, la FBF en su división profesional, la LPFB), como ocupantes del cupo de extranjeros.

Es una contradicción supina, que afecta la interpretación de los reglamentos y obviamente la planificación de los entrenadores y sus decisiones (caso Mario Ortega en Ciclón de Tarija). Además, la valoración del factor de bolivianidad de origen hecho por una entidad privada debería ser avalada por las instituciones estatales pertinentes o remitirse a algún articulado que permita su ejecución. El boliviano naturalizado ve sus derechos coartados y limitados en el ejercicio de su profesión (un ejercicio, que demás está decirlo, es legal en el aspecto laboral y económico), más aun si se considera que en el caso de los jugadores mencionados en el párrafo anterior, su participación en la selección nacional ha legitimado su identidad legal y laboral como bolivianos.

Usted en su trabajo, no puede cobrar un dinero como profesional y luego pagar en el micro un pasaje de estudiante colegial. Tampoco puede pagar un pasaje como adulto para ir al cine y luego pretender comprar una entrada como menor de 10 años. El ordenamiento legal y claro es fundamental para tener una liga competitiva, y aunque les cueste aceptar este hecho a la cúpula liguera, si el ciudadano extranjero ha jugado por el país en la selección nacional, representándonos y jugándose el prestigio por los ciudadanos del mismo, es decir, nosotros, debería ser considerado como jugador nacional.

Debemos seguir apoyando al club de nuestros amores.., tu presencia es fundamental para lograr la victoria y así seguir sumando para llegar al ansiado TRI campeonato...

NO FALTES..!!!