Boletín del 28 de Febrero

El primer cotejo se jugó el día jueves 6 de marzo ante más de 40.000 personas y empatamos 1 a 1, el segundo partido jugamos el día domingo 9 de marzo y volvimos a empatar 1 a 1 con estadio reventando; así que la Liga decidió que el tercer partido definitorio se tenía que jugar el día martes 11 de marzo a hrs. 20.00.

Con tanta expectativa y trabajo por hacer, el Directorio se declaró en sesión permanente y así el día lunes 10 de marzo estuvimos reunidos en la Sede de la Colón definiendo los pormenores del partido que se iba a verificar al día siguiente como ser el boletaje (que íbamos a medias con el Bolívar), premios, seguridad, etc. etc.

Al concluir la reunión cerca las 11 de la noche, nos fuimos bajando por la calle Colón con un gran dirigente de esa época “Jalucho” Salomé y comentábamos que no podíamos perder ese partido, ya que un resultado favorable iba a significar mucho para la institución, tanto en la parte económica como en la parte deportiva...

Fue cuando en ese momento sentí una mano en mi hombro, me di la vuelta asustado y veo a un señor bastante alto con sombrero y nos dice que escuchó nuestra conversación y que si queríamos “ayuda para ese partido”, fuéramos a la calle Sagárnaga esquina Illampu y buscáramos a “Nemesio” y que le indicáramos que Carlos nos había mandado.

Nos quedamos desconcertados y pensativos y cuando nos dimos la vuelta el señor ese ya se fue alejando calle arriba. Llegué a mi casa y me quedé pensando casi toda la noche sobre ese “encuentro”. Al amanecer cientos de dudas y preguntas rondaban mi cabeza, no sabía qué hacer hasta que finalmente teniendo que tomar una decisión me dije: “bueno, iré en busca de Nemesio; total…, nada pierdo”.

Me dirigí al lugar que me había indicado el extraño hombre del sombrero y encontré a un señor sentado en la esquina…, con extremo recelo me acerqué y le dije que me había enviado Carlos…; me preguntó qué deseaba y yo le comenté de la necesidad que teníamos de que nos vaya bien en el partido de la noche…; me miró pensativo e inmediatamente sacó una bolsa con 3 ajos y me dijo que la pusiera a partir de ese momento dentro del bolsillo de mi pantalón, que no la sacara por ningún motivo y que volviera al día siguiente a devolverle la bolsita.

No sé si fueron los ajos, las brillantes atajadas de Luís Galarza, o los dos golazos de Ovidio Mezza, pero esa noche ganamos 3 a 1 al Bolívar en tiempo suplementario y clasificamos a la Copa Libertadores de América en una jornada inolvidable.

Al día siguiente no pude ir a devolverle la bolsita por motivos de trabajo, pero sí lo hice el día jueves y al llegar a la esquina donde hablamos con Nemesio, me sorprendí que en vez de verlo a él, estaba una señora vestida de negro; al consultarle por Nemesio, me dijo que ella era su viuda por lo que me quedé perplejo, intrigado y sorprendido...!; le expliqué que yo había hablado con su esposo el día martes, consecuencia de que me había enviado un señor de nombre Carlos, que me había comprometido a devolverle su bolsita y que me parecía extraño que hubiera fallecido si se lo veía bastante bien de salud...; a lo que la señora mirándome fijamente a los ojos y con una mirada confundida pero profunda me dijo: “Nemesio y su amigo Carlos han fallecido hace diez años en un accidente de tránsito camino a Oruro…”.

¡ GLUUUUPPPPPPP!!!!

Nos vemos en quince días.

N.R.- Renato Pucci Salvietti es un profesional de reconocida capacidad en nuestro medio, habiendo sido reconocido por todos los directorios del Club en los últimos 30 años por la responsabilidad y seriedad con las que ha trabajado durante ese largo tiempo en beneficio del club; y estamos en condiciones de asegurarles que todas las historias que acá nos relata, son fruto de experiencias REALES vividas por él en cumplimiento del trabajo honesto y brillante que ha realizado….