Aurora no tuvo respuesta y el segundo gol, a los 47 minutos, llegó como consecuencia del dominio atigrado por intermedio de Castro, que con cada partido que pasa juega mejor.

Castellón descontó a los 54 para Aurora con una soberbia definición y puso en aprietos a los atigrados, que de forma posterior, a los 62, respondieron con el tanto de Soliz para poner el tres a uno en el partido.

Varios minutos después, a los 72, Díaz anotó el segundo de los celestes, pero ya la suerte estaba echada y una nueva derrota debió asumir el plantel encabezado por Tucho Antelo.

Los minutos restantes The Strongest se dedicó a defender el resultado y Aurora puso atacantes, quienes finalmente no pudieron rematar la faena.

Con este triunfo los atigrados retornan a la punta de la tabla de colocaciones, tal vez dejen para este jueves la reflexión acerca de los problemas que tuvieron para manejar el encuentro.

atrevido “Tucho” Antelo mereció mejor suerte y no se entiende todavía que ocupe la última posición del torneo. Los celestes de Cochabamba acabaron con tres delanteros encajonando a un Tigre en su arco.

La falta de puntería en los innumerables contragolpes que protagonizó The Strongest en la segunda parte complotó para acabar sufriendo. La banda derecha con Bejarano de lateral y Nelvin de volante mixto cumplió; no así el costado izquierdo donde Torrico y el paraguayo Da Silva estuvieron desacertados a la hora de dar el último pase. Lo meritorio de la noche fueron los tres puntos y el objetivo anhelado de alcanzar a Bolívar.

Queda por mejorar el aspecto defensivo y la transformación en goles del volumen ofensivo: Mealla tuvo uno de sus partidos más intrascedentes desde que llegó al Tigre, dejando la puerta abierta para la titularidad de un sancionado Jair Reinoso, que a buen seguro será de la partida el próximo domingo frente a Guabirá en el Siles; un escenario que ha experimentado una notable mejoría en lo que se refiere al entramado verde de su césped.

Fiel a su estilo, sufriendo

Poco más de 8.200 espectadores entre pagantes, Tigres de Oro y coladores en una noche relativamente fresca , de luna llena y con un interesante partido…

Para destacar: el crecimiento que se ha y se está dando en la Barra UltraSur, bien distribuidos en la bandeja baja del Siles y con un aliento y empuje que nunca acaba…

Después de ver ayer al Aurora, quién diría que es el último de la tabla, y de que no conoce hasta hoy la victoria…, tiene un muy buen plantel y además practica un rápido y atrevido fútbol que casi nos amarga la noche…; les deseamos de todo corazón, que desde el próximo domingo empiecen a cosechar los triunfos (juegan contra el Baisa en la Llajta).

El primer gol fue convertido por Pablito Escobar aunque en muy probable posición adelantada, pero lo importante es que nuestro caudillo y capitán sigue sumando…; y tuvo otras dos ocasiones clarísimas de gol, en una el parante le dijo que no, y en la otra salió ligeramente desviado…

Un golazo el de Castro.., la paró, serenamente la miró, la midió, y la encajó donde había fríamente apuntado.., será una de las revelaciones del año sin duda alguna…

Lindo gol también el del súper ratón Nelvin Soliz ante una guapeza de Escobar que supo esperar a que Nelvin esté con el perfil perfecto, para habilitarlo y que convierta su gol…; lo que nos llamó la atención, fue que en el festejo se llevó el balón bajo la camiseta como suelen hacerlo aquellos que están por ser papás…, ¿nos tendrá alguna sorpresita?.

Quien se perdió un gol prácticamente cantado, fue Ernesto Cristaldo cuando todos ya nos levantábamos festejando el cuarto…, nos pareció que la mucha suficiencia fue la causante del debil remate final…

El que no está superando su mal momento es Jair Torrico, quien está lejos de mostrar la calidad que lo llevó a vestir la verde de la selección…, unos chismosos nos contaron que el amor lo está consumiendo…, ¿será?.

Al final acabamos casi pidiendo hora…., hoy prácticamente todos los medios destacan una de nuestras principales características, algo que es muy privativo de los Stronguistas…, nos encanta SUFRIR…, somos masoquistas futboleros, y cuando termina un partido con victoria pero sufriendo, salimos felices y sonrientes del estadio….; y cuando ganamos holgadamente, nos vamos como si poco hubiese pasado….; qué raros somos, ¿no?.

El domingo recibimos al Guabirá que esta noche estrena director técnico; Aurora nos ha demostrado que no existen ‘equipos chicos’ y nuestros jugadores deben estar conscientemente preparados para recibir a un rival que nos la va a venir a querer amargarnos la existencia…., y nosotros como hinchas nuevamente a dar todo el apoyo y aliento para que continuemos en la bendita punta….; no faltes…, viviremos otra fiesta.

Entonces no se tiene que ser terriblemente bueno para clasificar, sino todo lo contrario. Hay que ser muy malo para no disputar el quinto puesto.

En 1998 terminamos penúltimos, con 17 puntos. Venezuela en ese momento tenía 3 puntos y -33 de gol diferencia. La victoria de 4 a 1 sobre Uruguay en La Paz y el empate contra Argentina 1 a 1 en Buenos Aires son resultados de maquillaje. Se perdió 5 a 0 contra Colombia, 4 a 0 contra Paraguay y 2 a 0 contra Chile en el Siles, por mencionar algunos resultados. Para los trasnochados, el hecho de que Venezuela tenga a casi toda su selección jugando en otras latitudes es producto de la labia de sus representantes, pero no se puede negar que de 3 a 19 puntos hay una distancia abismal, distancia que significa posibilidad de clasificación.

Si traemos el antoniolopismo para que oriente la opinión (es decir, si usamos las matemáticas hasta niveles infinitesimales), 24 puntos teóricamente necesita una selección para clasificar de forma directa en este sistema de todos contra todos. Eso daría como clasificados a Argentina (29) y Colombia (26). Chile no necesitaría ganar un punto más (24) y entrarán a jugar con el cuchillo entre los dientes Ecuador y Uruguay (22) y Venezuela (19).

La selección Paraguaya para los mundiales de 1998, 2002 y 2006 preparó su cuartel general en Sucre, con una delegación de futbolistas de corte defensivo, a los cuales se unían los Chilavert, Gamarra, Ayala y Cardozo sobre la hora del partido. Dos semanas de entrenamiento y casi 80 mil dólares de presupuesto para obtener un punto.

Nosotros, para reprimir nuestro miedo y ocultar nuestra falta de planificación, cuando perdemos, preferimos decir que “esto es largo”, que “en el fútbol todo puede suceder” y cuando ya se avecina el final de la eliminatoria, que “hay que seguir trabajando”.

Un seleccionador nacional no solamente debería definir el sistema de juego o escoger a los jugadores, sino introducir elementos de cambio de estructura mental para abordar el juego. Y el gran mérito de Azkargorta en 1993, entre otros, fue ese. Pero los tiempos han cambiado (Ecuador y Venezuela son evidencias palpables) y sugerirle al vicepresidente que lea La Dinámica de lo Impensado de Dante Panzieri (un libro de hace 40 años) sugiere que el actual entrenador se ha quedado en el pasado. Y nosotros también, cuando renegamos por no hacerle 7 a Venezuela, porque Colombia nos hace 5 o un equipo eliminado, 4.

Corría tiempo interesante. Una alianza política inició proceso de descentralización, participación popular y reforma educativa, que generó expectativas en distintos sectores; además, capitalización que tuvo sus matices. En el deporte, se reflejó lo más destacable de esfuerzos previos y la dinámica señalada, consiguiéndose entre julio y septiembre el pasaporte al Mundial de Fútbol de 1994 cuyo anfitrión era EE.UU.

Por su parte, “The Strongest” una vez más conformó un batallador equipo que logró los objetivos trazados. Acuerdo y coordinación de directivos, cuerpo técnico y jugadores creó un clima apropiado en la institución, que permitió avanzar y llegar al éxito enfrentando a rivales que hicieron cuantiosas inversiones y manejaron estrategias psicológicas y comunicacionales.

Transcurridos cuatro años desde la última vuelta olímpica, 1989, la escuadra stronguista volvió a deleitar a su público y dar seguros pasos hacia el Título de 1993. El cuadro será apodado “Tractor Amarillo”, en relación a su estilo de fuerza en las distintas líneas y contundencia en el ataque, y la pieza musical de “Zapato Veloz” de la época, Del plantel que obtuvo el Campeonato previo, de algún modo permanecíeron y contribuyeron al nuevo lauro, Illanes, Martínez, Quinteros y Luna, claves en la marcación o la anotación durante varias temporadas y parte de las memorias gualdinegras.

Dirección técnica estuvo a cargo de un profesional exigente que había ayudado a la “verde”, Carlos Aragonés. El plantel, por su parte, fue armado incluyendo talento, inteligencia, energía y velocidad en todos los sectores. Sobre todo, había opciones para la zaga y el ataque, que tenían el apoyo de un notable medio campo.

Generalmente, el equipo que protagonizó los encuentros de local o visitante, fue el que va a continuación: Ibarra al arco; Illanes, Quinteros, O. Sánchez, O. Borja, en la defensa; P. Aramayo, Arteaga, M. Melgar, Luna, ocupando la mitad; García y Villarroel (“capitán”), adelante. En el ataque alternó Mir por el centro y Arteaga marcó punta derecha. Además, como suplentes estaban Berdugo, Torrico, Monte, Fransisquine que hizo dupla con Quinteros o ingresó en calidad de tercer central, Monte, Brunetto, Martínez habilitado para las finales, Gareca y Pérez.*

Cabe destacar, que cinco jugadores fueron llamados al Seleccionado mundialista. Se trata de Quinteros, Sánchez, Melgar, Villarroel y Torrico. Además, que el 80 por ciento de titulares y suplentes era boliviano.

Hacia noviembre, el elenco aurinegro clasificó como cabeza de la Serie 2, cuyo puntero jugaria ante el de la 1, en la definición del Campeonato. La solvencia de los centrales, proyecciones de O. Borja, pases de Melgar, Luna y Villarroel, así como el sentido de la oportunidad de García y la potencia de Mir fueron fundamentales para que el Tigre llegue a la final en Cochabamba ante “Oriente Petrolero”.

En el encuentro definitorio, la tradición atigrada se impuso. De ese modo se añadió un significativo Título a la hoja de vida gualdinegra que se acercaba a los noventa años.

Fuentes y bibliografía:
Presencia, noviembre y diciembre de 1993.
fiebreamarilla.tripod.com/historia/historia.html
La Razón, The Strongest: 100 años de garra, 1908-2008, segunda edición, La Paz, 2008.
Peñaloza, Marco Antonio, Historia contemporánea del fútbol boliviano (1960-1993), La Paz, Talleres Gráficos Hisbol, 1993.
Comunicación personal con Pablo Loza Dipp, 2013.
Recuerdos del autor.

asistencia perfecta en el tercer gol. Esta noche merecen una fuerte llamada de atención los volantes por perder pelotas en la salida; así nos marcaron el primero por falla de Solíz y el segundo por falla de Castro.

Ganamos y otra vez estamos en la punta gracias a Wilstermann; y Ramallo (otro gol) elegido el mejor jugador del partido. El próximo domingo somos locales contra Guabirá y Baisa vuelve a Cochabamba contra Aurora,

Señores, otra vez nos sonríe la punta.

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