El otro puesto a cubrir es la posición de delantero centro: ya es un problema que se arrastra desde hace años. Se fueron Jair Reinoso, Gastón Mealla y Boris Alfaro y tan sólo llegó Ramallo, que no es un nueve nato, más bien juega más a gusto por las bandas o incluso en la media punta. La llegada posible de Alcides Peña tampoco sería una solución pues el hombre de Oriente también va mejor por afuera.

Las variadas ocasiones que creó el Tigre no fueron cambiadas por gol ni por los hombres de punta (“Ojitos” Melgar también disfruto de minutos en la segunda parte) ni por los hombres que llegan desde la mitad de cancha (Dani Chávez estuvo falto de competencia; al igual que Wayar, Nelvin y el propio Teto Cristaldo que comenzó por la banda y acabó haciendo pareja en el doble cinco con un Castro que siempre es sinónimo de calidad y pausa).

La otra variante de Craviotto fue el “debut” de Miguel Quiroga, pareja de Castro, ante la ausencia por lesión de Chumacero. Quiroga estuvo desafortunado y extrañó el ritmo liguero de intensidad y juego.

Por su parte, Bolívar vio el debut de sus tres fichajes (Rodas, Córdoba y el tanque Tenorio que dejó una buena impresión, cumpliendo las expectativas para llenar el hueco dejado por el goleador Ferreira). La defensa no cambió (la novedad de Pancho Rodríguez como carrillero por derecha fue grata) y los hombres de contención (Saavedra-Maygua cumplieron para hacerlo difícil a hombres como Miranda-Flores- Córdoba). Capdevilla rindió, Callejón defraudó y Rodas promete para hacer pareja con Tenorio y Arce en el ataque. El lunes, segundo round para seguir probando y mejorando el ritmo competitivo para ambos. El Tigre, de la mano de su caudillo y goleador Pablo Escobar, peleó hasta el final para descontar al final un 2-0 adverso.

El Tigre había tenido las mejores opciones antes de ese tanto, pero las había desperdiciado, incluso, debajo del arco.

El ritmo propuesto por los dos equipos fue dinámico, lo que dejó la sensación de que los jugadores volvieron sin problemas en la cuestión física.

Xabier Azkargorta, por un lado, y Néstor Craviotto, por el otro, dieron oportunidad los jugadores considerados refuerzos, que mostraron un poco de lo que seguramente están en condiciones de aportar.

Zanotti, por ejemplo, se mostró seguro y como si el peso de una camiseta como la atigrada no le pesara se encardó de comandar la tarea defensiva.

En el lado celeste, Tenorio, que puso el dos a cero con una buena definición frente a Vaca, dejó en claro que lo suyo a la hora de la definición es importante.

El dos a uno fue obra de Escobar, quien con un toque sutil batió al guardameta celeste, para dejar el cotejo con el marcador final del partido.

El lunes, también en horas de la noche, se jugará la revancha, oportunidad en la cual el Tigre está obligado a ganar para forzar el lanzamiento de penales.

Ganó Wilstermann
Bajo la dirección técnica de Julio César Baldivieso, Wilstermann superó a Aurora por dos a uno, cotejo cumplido en el estadio Félix Capriles, ante una buena cantidad de espectadores.
En otro de los encuentros, la representación de Universitario, actual campeón de la Liga, le ganó a San José por dos a uno, resultado que le era adverso en el primer tiempo.
En Potosí, Nacional Potosí y Real Potosí, igualaron en un tanto por bando en un partido bien jugado.
En Montero también se dio un empate entre Guabirá Sport Boys en un tanto por bando, encuentro que tuvo muchas emociones.

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