Después me viene a la cabeza el Universitario de La Paz, aquel que quiso arrebatarnos en mesa un título que habíamos ganado en cancha y que junto con la LPFA nos obligó a jugar un inexistente 'desempate' que terminó ganando The Strongest por 3 a 1.

Después de todo esto, después de 60 años de Clásicos con aquellos legendarios rivales, es que me acuerdo de Bolívar, que a diferencia de nosotros, toda su vida (no saben ni ellos mismos si 88 o 90 años) sólo han tenido de gran rival al gran The Strongest, que no es poco.

Será por eso, digo yo, que ni con 8 títulos (de liga ojo) más que nosotros pueden sentirse los mejores. Será por eso que intentan ningunearnos y humillarnos. Será por eso que no sólo les bastaba con ganar, sino que querían restregarnoslo en la cara.

Y yo digo, si vas a hacer eso, por lo menos asegurate primero de haber ganado el torneo ¿no? Si no, vas a quedar en completo ridículo, teniendo que guardarte tu arco de cartón y tu cañoncito que tira papel picado. El Tigre lo hizo, les restregó su triCampeonato en las narices, pero llegó a la fiesta preparado, con la Copa bajo el brazo, algo que les sigue doliendo.

Con el Tigre no puedes dar nada por hecho, menos adelantar tu fiesta y menos aun cuando Bolívar, líder y virtual campeón tiene menor jerarquía que The Strongest, y con este partido y varios puntos por disputarse todavía.

El partido de ayer reafirmó mi postura de que los partidos que a priori eran muchos más fáciles que este y que The Strongest perdió, fueron por un exceso de confianza. No podía ser que un equipo como el Tigre, que es capaz de hacerle frente y derrotar a potencias del fútbol sudamericano, pierda con equipos que están a punto de descender.

Esto también demuestra, que gran parte de lo que es el fútbol pasa por lo anímico y por incentivar correctamente al jugador. Al Tigre ayer le tocaron la moral y por eso tuvo los ánimos de jugar uno de los mejores partidos del torneo.

Azkargorta volvió a apelar al contragolpe, una táctica que le funcionó muy bien en otros partidos, pero que es débil ante un equipo ordenado, concentrado y motivado como fue The Strongest anoche.

Todos los jugadores estuvieron inspirados, aunque al Pájaro le noté cierto cansancio en errores que no eran propios de él, que si se piensa en el montón de partidos que ha tenido que jugar estas últimas semanas, se puede concluir fácilmente que el motivo es cansancio físico, no así mental, pues en el gol y en los tiros libres fue el mismo gran ídolo de siempre.

Pero anoche no podemos hablar de figura del partido, pues todos contribuyeron en su justa medida, hasta Bajter, al que desde aquí le hemos dado tanto palo durante todo el año que estuvo en el Tigre, ayer impuso su físico y un buen juego, demostrando que lo que no tuvo fue suerte, pues ganas y técnica posee, aunque sólo anoche llegara a engranar en el equipo como estuvimos esperando tantos meses.

Castro estuvo excelso, así como nuestro cuarteto defensivo, que ha demostrado que con concentración y esmero, los problemas defensivos del Tigre desaparecen, pues al contrario del partido en Potosí, anoche no perdimos ni un solo balón aéreo. Y Vaca, el gran Dani Vaca, de reflejos felinos, alas en los pies y brazos que se estiran dos metros. Vaca fue todo un campo de fuerza en la boca del arco, hasta 3 goles cantados no entraron por su intervención divina.

Ramallito estuvo un poco desaparecido entre la maraña de camisetas celestes que se agolpaban en su propio campo, por lo que no pudo desplegar su faceta goleadora, pero siempre es un gran aporte para que los volantes rivales no puedan subir, y Chuma, ese chico es extraordinario, no se cansa nunca, y anoche dejó literalmente los huevos en la cancha para conseguir la victoria más importante del Tigre en el torneo nacional.

Necesitábamos ganar este partido, porque el Tigre juega bien, porque el Tigre es el mejor equipo de Bolivia (aunque varias veces haya tropezado de manera increíble), porque en los Clásicos Bolívar nunca cerró un año entero sin que el Tigre le ganara al menos un partido y porque si es Campeón como se prevé, lo será sin poderle ganar al Tigre.

Y otra cosa que me gustó de este Clásico, aunque The Strongest es un sentimiento nacional, que tres jugadores paceños estuvieran en las filas del Tigre anoche. Chumacero, Castro y Chávez (aunque Chávez ingresó en el segundo tiempo), demuestran que La Paz puede, con un poco de esfuerzo, generar grandes jugadores.

El arco de cartón al desván, el cañón de papelitos sin usar, deberá ser devuelto para la próxima, y a sólo cuatro puntos de diferencia, este torneo se definirá recién en la próxima fecha si es que Bolívar gana su partido.

Nosotros por nuestra parte no debemos fijarnos ya más que en nuestro siguiente rival que es el recientemente eliminado de la Libertadores, Universitario de Sucre, que ya adelantó Baldivieso que sacrificó su partido de ayer frente a Blooming 'para llegar en óptimas condiciones al partido frente al Tigre' en sus propias palabras.

Tendremos el domingo otro partidazo, tal vez perdamos, empatemos o ganemos, pero el Tigre ya demostró lo que vale, ya lo dejó todo en la cancha, y seguirá luchando y jugando hasta el último suspiro sea o no sea campeón. Esperemos que esta vez sí se haya aprendido de todos los errores cometidos este campeonato y al próximo podamos llegar a estas alturas del torneo en mejores condiciones.
Gracias muchachos!.

Durante la primera parte, Vaca salva dos pelotas de gol, producto de los escasos contragolpes de un Bolívar atrincherado atrás con dos férreas líneas de cuatro. La pelota es del Tigre que juega permanentemente en cancha rival, explotando las bandas con Chumacero (por derecha) y Gabi Ríos (por izquierda), asociándose con los laterales que suben (Jair y Cabrera, ambos con la doble tarea, ayudados por los relevos, de contener a Callejón y Yecerotte, esperando bochazos desde atrás).

El descanso termina igualado, los de Azkargorta se sienten a gusto con el empate (que no garantizaba la vuelta, por cierto). En los minutos iniciales de la segunda parte, merced a un Tigre errático, los celestes recuperan la pelota. Ahí comienza a agigantarse la figura de Daniel Vaca y su juramento: delante del Tigre, no.

En el medio, el paceño Raúl Castro apunta para figura con quite, salida, contención y lucha constante. A su lado, el uruguayo Bajter (la novedad) firma su mejor partido en filas stronguistas: roba, molesta con su físico (gran acierto de Paz García) y regala pases de lujo interiores. En la enésima combinación por dentro, Ramallo filtra para Chumacero, éste para Escobar, palo y la pierna salvadora (jugándose la vida) del gran “Chumita”.

Con el 1-0 cambia la figura: Azkargorta saca defensas, pone tres delanteros y se viene arriba (por fin). Todo planeado para la remontada, todo planificado para la vuelta, ésa vuelta que Dani Vaca se había jurado a sí mismo no ver. Pita el árbitro, llega un festejo enrabietado. Cuando Vaca despierta, el arco ya no estaba ahí. Solo quedan cuatro palabras como sortilegio: delante del Tigre, no.

El Tigre todavía tiene fuerzas
The Strongest vence a Bolívar 1-0 y prolonga el suspenso por el título
Cristaldo: ‘En nuestra cara ¡no!’
Una lucha cerrada entre The Strongest y Oriente

El Tigre postergó la celebración celeste
Vaca fue la gran muralla de un Tigre que va tras su quinta Copa
“Es un resultado justo el que se consiguió”
Se registró la mejor recaudación en clásicos
“El domingo serán campeones, hoy no”

VAMOS TIGRE…!!!; MÁS DÍAS DE GLORIA NOS ESPERAN…!!

Nació en Candelaria el año 1964. En la Argentina, jugó para “Estudiantes de la Plata”, “San Martín de Tucumán”, “Argentinos Juniors” y “Colón de Santa Fe”.

También llevó los colores del “Nacional” y “Defensor

Sporting” uruguayos. Por algún tiempo, estuvo en “Emelec” de Ecuador.

Fue en 1996 cuando se encontraba otra vez en filas de “Estudiantes”, que el celeste lo contrató, según Jorge Asturizaga. Después pasó a “Wilstermann”. Su incorporación al gualdinegro para la transición al nuevo siglo y milenio resultó por demás significativa. Posteriormente, militó en “Oriente Petrolero”. Cerró su carrera boliviana a mediados de 2002, vistiendo la divisa del “Unión Central” tarijeño. Hizo 100 goles, durante alrededor de seis años en tierras bolivianas y significativas participaciones internacionales, Sus temporadas más efectivas las vivió luciendo las franjas aurinegras.

En el Tigre, tuvo como compañeros a Daniel Delfino, con quien hacía dupla temida, y Sandro Coelho, de igual temperamento y empuje. También conformó recordadas alineaciones junto a Marco Barrero, Ronald Gutiérrez, Adrián Romero, Ronald Arana, Herman Soliz, Juan Carlos Paz García, Richard Rojas, José Peña y Álvaro Peña. Fueron los tiempos de Mario Alberto Kempes, a cargo de la dirección técnica, y de un casi - campeonato 1999.

Cuadro de las anotaciones de González por equipo, publicó La Prensa en interesante nota de 3 de mayo de 2005. Vale la pena considerar las cifras de mayor a menor.

“The Strongest” 53
“Bolívar” 18
“Wilstermann” 13
“Oriente Petrolero” 11
“Unión Central” 5

Claramente se aprecia que más de la mitad de los goles de los años bolivianos, tuvieron tinte gualdinegro. Eso habla de la identificación hacia la institución, coordinación con sus compañeros, continuidad de titular y compromiso inquebrantable. A todo ello es pertinente agregar, que González se convirtiera en referente para jugadores cuya trayectoria comenzaba y actualmente está en su punto más alto. Tal el caso de Alejandro Chumacero.

Fuentes:
Asturizaga, Jorge, “Antonio Vidal González: Con el Tigre `fue amor a primera vista’”, en La Razón, Marcas, 10 de marzo de 2014, disponible en la-razón.com
“De señor goleador a señor alcalde”, en La Prensa, Acción, 3 de mayo de 2005, p. 5.
Recuerdos propios del autor.
Adición: Felicitaciones al Equipo por la dignidad y “actitud” en el memorable “clásico”.

Por la L.F.P.B. este domingo 10 de Mayo en el estadio Patria a las 16:00 horas: