en una crisis que todos quieren ocultar, que nadie quiere ver, que todos niegan, matando al mensajero.

La desunión evidente, la soberbia, los egos y los intereses particulares pasan factura sobre el terreno de juego, tarde o temprano. El presidente está más preocupado por ser reelegido de nuevo para luego soñar con la Federación que en el propio club (lo mismo sus dirigentes trabajando para allanar el camino de Salinas); el señor técnico gasta más su tiempo en sacar brillo a su currículum que en el presente del equipo que entrena (es presidente de otro club también); y los jugadores han percibido el descontrol y han comenzado a hacer su guerra de guerrillas particular y así “ad eternum”.

Farías apostó por la paciencia y el Tigre no sabe a jugar a eso. En la primera parte, Chumacero tapó todo con unos 45 minutos de ensueño, multiplicándose, apareciendo por todos los lugares. Pero cuando “Chumita” se cansó de ponerse el equipo al hombro, las luces se apagaron (que alguien me explique su cambio).

Mientras, un Tigre insulso tenía y tenía la pelota, sin ton, ni son. Hasta que llegó el empate, hasta que llegó el penal fallado de un desconocido Escobar que toda la noche había estado así: desganado, protestón, fuera de forma, enojado consigo mismo (y con alguien más). De Alonso, mejor ni hablo, mi salud me lo impide.

La película de ayer en el Siles ya la vi hace un año. Algún día alguien nos contará que pasó de verdad. Anoche The Strongest tenía que ganar a Santos para allanar el pase a octavos. No lo hizo. No supo, no pudo, no quiso.

El Tigre hipotecó su clasificación
Del penal fallado por Escobar y del punto que le falta al Tigre
Se apagaron las luces de Escobar y se apagó el Tigre
“Llegó el momento de sacar cara de visitante”
Escobar: “Soy el principal responsable de esto”

The Strongest regala dos puntos al Santos y debe sumar en Bogotá
“Qué le pueden reclamar a Escobar”
Escobar se echó la culpa: “No estuve a la altura”
Salinas se apoya en su buena gestión
Revilla: “Conozco el manejo dirigencial”

The Strongest coloca en riesgo su clasificación tras empate
Dos frentes van por la presidencia del club The Strongest

En realidad la actividad atigrada comenzó ayer al mediodía, cuando vencía el plazo para las inscripciones a las elecciones a desarrollarse este fin de semana; con la presentación de las candidaturas de César Salinas con su fórmula “Tigres de acero” por una parte, y Juan Pablo Revilla con “Tigres somos todos” por otra; ambos que pugnarán este viernes y sábado por hacerse de la presidencia de nuestra institución, en una competición electoral que debe llenarnos de orgullo, ya que el nombre de nuestro presidente será producto de la democracia; saldrá de la decisión de todos los stronguistas, y no de un simple “dedazo” que en otros lares llega desde Miami.

El equipo de Pelé y Neymar, el gran Santos de Brasil, había jugado por primera vez con el atigrado allá por el año 1953, en un campeonato donde nuestro equipo había sido

invitado para ese encuentro. El partido jugado esta noche fue el número 108 de la Copa Libertadores de América.

Como ya es costumbre, varios tubos de oxígeno fueron llevados a los camarines del equipo blanco, para contrarrestar los efectos de los 3600 metros a los que DICEN son sometidos los jugadores, historia que no cambiará mientras se practique el fútbol en nuestra hermosa ciudad.

En una entrevista esporádica con el director técnico del Santos difundida antes del partido, este mencionaba que venían por un empate, resultado que al final consiguieron sin mucho esforzarse, pese haberse quedado en inferioridad de condiciones al ser expulsado uno de sus jugadores en la primera parte del encuentro.

Una vez que se anunció la alineación del equipo atigrado y confirmaban la presencia de nuestro Capitán, los hinchas que ya poblaban en gran manera las gradas del Siles, aplaudían tal noticia, augurando un resultado favorable para nuestras huestes, pero las cosas no le salieron bien a nuestro Ídolo; Pero, que le podemos reclamar a alguien que dio tanto por la gloriosa amarillo y negro.

Alejandro Chumacero, en una maniobra que puso a toda la gente en zozobra a los 39 minutos del primer tiempo, culmina la misma con un golazo que lo sitúa como máximo goleador de esta versión de la Libertadoras con ocho goles de muy buena factura. Los bonos de este incansable luchador, suben a medida que pasa la competencia. Bien por nuestro Chumita !!!

En la bandeja alta de la tribuna norte, se apostó una muy pequeña barra, la Torcida Joven, alentando al equipo brasilero, que en número de aproximadamente veinte espectadores, pasaron muy desapercibidos ante la ruidosa barra atigrada durante todo el partido.

El equipo jugó bien, se dominó el 80% del encuentro con por lo menos 8 posibilidades de gol, y ese fue nuestro error, que sólo se quedaron en “posibilidades”, ya que la mala noche para nuestros jugadores impidió que el balón entrara…

La gente se preguntaba…; ¿por qué remplazaron a Chumacero cuando era el que mejor jugaba?; ¿por qué se tardó taaaanto en sacarlo a Alonso que tuvo otra vez una noche de pesadilla?...

Ahora nos queda “bailar con la más fea”, pues visitar a Santa Fe en Colombia no va a ser tarea fácil; tal vez sea el equipo que mejor futbol y más compacto se ha mostrado en el grupo; Farías desde su llegada nos sedujo con ser campeones de la Libertadores, que esa era su misión; y si no logramos el punto que necesitamos en Bogotá, parecerá que todo fue una ilusión más.

En resumen, una noche en la que pudimos incluso golear si traducimos el tiempo que tuvimos el balón, se quedó en una noche triste para los atigrados…

VAMOS TIGRE!, VAMOS POR LA GRAN HAZAÑA!!!

JURADO ELECTORAL

La peor versión del Tigre de Farías afloró ayer por la noche en un encuentro que hubiese definido nuestra clasificación a segunda fase. Y es que por más críticas que Villegas haya podido recibir en su paso por nuestro club, los resultados le acompañan: gran victoria contra la Liga de Quito en Ecuador y clasificación a octavos de final en Libertadores vía victoria frente al Atlético Paranaense con Adriano en la delantera rival.

Tácticamente el equipo está roto: más de una hora con un jugador extra que determinó a Chuma como wing derecho, Escóbar como hombre de choque y ocultos sin función alguna Wayar y Veizaga. Por si el desbarajuste táctico fuese poco, la noche combinó el desatino de Farías (que viene experimentando sin resultados desde el partido contra Guabirá) con las peores actuaciones individuales en

lo que va del año: Alonso fallando un gol debajo del arco, Bejarano que, en términos internacionales, lo que le hace lateral es simplemente su velocidad y capacidad de aguante (centros no entrena en absoluto), Castro absolutamente impreciso y solitario, un capitán agotado y Pérez, cuya calidad para integrar un equipo con ambiciones internacionales tiene que ser seriamente cuestionada. Jamás provocó desequilibrio por su banda, siempre con un toque intrascendente hacia atrás y opaco en la construcción de paredes. En su juego se ha reflejado prácticamente todo el equipo.

El Tigre dominó la media cancha merced a la expulsión de un jugador rival, y ni con esa ventaja pudo arrinconar al equipo de Pelé para mostrar decisión y convicción de clasificar. Luego del gol de la apertura, una apatía general se apoderó de los jugadores que pensaron que Santos ya no estaba en el partido. El penal fallado es una anécdota, porque el equipo no pudo frente a 10 jugadores que no están acostumbrados a jugar en la altura y ahí radica su falta de mérito. El gol del empate fue anotado por un envío al centro del área en medio de 5 jugadores nuestros contra 2 de ellos. No fue un remate imparable o una jugada individual histórica. Fue el intento timorato de un gigante mundial que nos encontró jugando a la Play en vísperas del examen final. Un equipo desconcentrado que se ha enfocado en los cortes de cabello, en la coreografía del festejo de gol y que tiene a suplentes con casi ningún ritmo.

La forma física no está siendo gestionada adecuadamente. O se descansaba contra Oriente (partido que perdimos contundentemente, habiendo estado en ventaja) o se descansaba en el clásico, periodizando las fuerzas para un torneo que entrega dinero, prestigio y gloria (como lo hacía Villegas). La revancha en los partidos de la Liga llega cada domingo, pero la Copa se juega una vez al año. No todo es malo porque pudo ser peor: Pedrozo y Vargas (prácticamente sin minutos en el torneo local) tocaron el balón, intentaron meterse en el juego, no así Ramallo, del que se extraña su ambición y sus ganas de llegar al gol. Tres delanteros para jugar al centro de manera desesperada, ante centrales que a Maldonado le llevaban una cabeza y Pérez todavía en la cancha para que le sea leal a Farías y no al proyecto.

La victoria de Santa Fe lo sitúa en situación ideal para clasificar. Tendremos, como mínimo, el premio de entrar a la Copa Sudamericana el siguiente semestre.

Había tensiones, retos y búsquedas de alternativas políticas esa época. Ello sucedía más allá de la retórica.

Respecto al Tigre, gracias a notable campaña estaba clasificado para la definitoria de los certámenes 1989, efectuada en marzo del siguiente año. El rival será “Oriente Petrolero”, que el 28 de febrero con gran equipo superó al “Bolívar”, en semi-final valluna nocturna.

Días más tarde, el domingo 4 de marzo a las 20:00, se efectuó la definición también en el “Félix Capriles”. Generó mucha expectativa. Asistieron consecuentemente, 23.784 espectadores/as.

Alineación notable fue la que presentó el stronguista

entonces: Aragón; Montaño, Fontana, Quinteros, Illanes; Coronado, E. Villegas, Luna; M. R. Ortega, J. Jiménez y Ayaviri. Por límite de “amarillas”, no jugó E. Martínez. Reemplazante idóneo en la zaga fue Quinteros, originalmente centrodelantero que ya alternó en varios puestos. Todo un acierto del D.T. Moisés Barack. F. Rocha ingresó en sustitución de Ayaviri. Por su parte, el verdolaga cruceño no pudo incluir al armador Celio. Estuvieron en su formación, los siguientes jugadores: Bernuncio; Monasterio, Rueda, Brunetto, Saldías; Roca, Ávila, Medrano; Da Silva, Campos y Cortez. L. Antelo y Molina entraron. En lugar de Monasterio y Cortez, respectivamente.

Acerca del encuentro, la prensa reportó que fue típica final. Demasiada marca y vehemencia. En ello el gualdinegro hizo primar su juego, experiencia y garra; el oriental mantuvo planteamiento defensivo y contragolpeó.

Sobresalieron entre los aurinegros: Aragón, Fontana, Quinteros, Illanes, Villegas, Luna y Ortega. Particularmente, el talentoso enganche goleador se encargó de abrir la defensa rival A su vez, en el oriental se destacaron Brunetto y Da Silva. Resultaron expulsados: Ortega y Roca.

Sólo hubo un gol favorable al Tigre, el que definió el lance. Fue en el segundo tiempo, luego de intempestivo corte de energía durante 14 minutos. Se trata de tiro libre desde la derecha, que Villegas ejecutó acertadamente a manera de centro. Entraron varios atacantes stronguistas dispuestos a anotar. En medio estaba Quinteros, quien se consagró como defensor central de notable proyección. Dicho zaguero cabeceó con fuerza, hacia abajo y el poste derecho de Bernuncio que nada pudo hacer.

Intentos verdolagas para igualar fueron neutralizados por la defensa y el arquero del gualdinegro. Así el tanto señalado, resultó de celebrado Campeonato.

Ya en la Copa, el aurinegro tendrá brillante participación, sobre todo como anfitrión. En extraño cuádruple empate, clasificará a segunda fase debido al “gol diferencia” que sí contó. Muestra fehaciente, de que en la “Libertadores” el esfuerzo debe ir hasta lo último.

Fuentes y bibliografía:
Presencia Deportiva, lunes 5 de marzo de 1990.
Importante, el análisis de Heriberto Aramayo en el periódico señalado.
Peñaloza, Marco Antonio, Historia contemporánea del fútbol boliviano (1960-1993), La Paz, Talleres Gráficos Hisbol, 1993.
Imagen del Campeón 1989, de las pp. 10-11 de Presencia Deportiva citada arriba.