The Strongest (1) vs. Bolívar (2)
En el fútbol las reglas son bastante sencillas, y la principal es que gana el que mete más goles.

No gana el que domina al rival, no gana el que genera más ocasiones, y muchas veces no gana el más habilidoso. Gana el que logra embocar la pelota debajo de esos tres largos palos.

Ayer en el Clásico nadie podrá discutir que el Tigre fue el equipo superior, el que llegaba y llegaba al borde del área rival, el que se comió infinidad de goles, mientras que los Celestes de Tembladerani solo atinaban a despejar mal las pelotas como podían, siendo todo el primer tiempo y parte del segundo, como un partido de frontón, pues en la cancha parecía que sólo había un equipo.
¿Qué pasó entonces?

Pues que todo eso fue un desperdicio de tiempo y de esfuerzo, porque el Tigre sólo metió un gol, y encima fue el que significaba el empate, porque encima de todo, ellos fueron los primeros en marcar.

No podemos negar, repito, que el Tigre jugó bien, pero lo hizo sólo en tres cuartos de cancha y en tres cuartos del partido, porque los últimos minutos, el inexperto Daniel Farías se dedicó a desarmar el equipo quitando al incisivo (aunque muy impreciso) Henry Vaca, que les dio respiro a los del frente, para enseguida quitar a Diego, que dejó libre el carril derecho por donde llegó el gol que nos liquidó.

Para rematar, Farías realiza un cambio en el tiempo extra, cuando hasta el más inocente sabe que a esas alturas sólo se realizan cambios para perder tiempo, porque en dos minutos que quedan ya no se puede hacer aquello que en 90 no se pudo, desperdiciando los pocos minutos que quedaban para intentar la heroica, aunque la verdad, era muy difícil que se produjera.

De verdad, pienso, que si ya, mañana mismo no se toma una decisión drástica y se cambia algo para comenzar un trabajo serio y real de cara a la Copa Libertadores del próximo año, volveremos a ser relleno una vez más, y en vez de avanzar hacia nuestro sueño de gloria internacional, nos veremos abocados a intentar vencer sólo a nuestros rivales locales y ser un grande local solamente por un tiempo más, hasta que todo esto cambie.

Y aún así, en este torneo local, The Strongest está en franca caída, y ya estamos en el quinto puesto de la Tabla y bajando, mientras que Wilstermann se afianza en la punta, y Bolívar jugando mal, pero metiendo goles, está en el segundo puesto 5 puntos por encima nuestro.

Acabará este año este absurdo en el que vivimos? Alguien hará algo por este Tigre abandonado por su dirigencia? Quedan 3 meses para intentar el cambio, para intentar volver a ser lo que éramos hace unos cuantos meses atrás.
Vamos Tigre!!!

En el clásico hubo dos equipos: uno salió a ganar, el otro, no. Bolívar tuvo la pelota, atacó y no cejó hasta ponerse en ventaja (lo hizo dos veces). The Strongest cambió su dibujo habitual, puso línea de tres con dos carrileros, esperó a su rival, defendió mal y trató de contragolpear, trató. No fue un buen partido, algo de esperar pues los dos equipos paceños se caracterizan por dos aspectos: no juegan bien y sus dirigencias viven pendientes de ambiciones ajenas.

Beñat se la jugó por su esquema favorito con la novedad posicional de Justiniano, de enganche, tapando la salida de pelota de Castro y Veizaga. Arriba el vasco optó incomprensiblemente por Ferreira; con su hombre gol, Fierro, en la banca.

Farías, el hermano menor, sigue en sus trece: experimento tras experimento hasta la derrota final. El aprendiz venezolano colocó tres centrales y a los Bejarano de carrileros para atacar por la banda, para tapar y anular al “Conejo” Arce y Sirino. No logró ni lo uno ni lo otro. Los centros de Diego Bejarano apuntaban a la cabeza de un delantero por dentro que hace rato no existe. Alonso, uno de los “capos” del plantel, dio otra lección de inoperancia.

El Tigre desconocido no tiene entrenador, no tiene nueve, carece de opciones en la banca y juega a tirar centros o agarrar una “contra” milagrosa. Mientras, Bolívar alterna sus tres delanteros centros (ora Ferreira, ora Riquelme, ora Fierro). Al desastre atigrado, se sumaron las incomprensibles sustituciones del señor Farías, Daniel: ¿a santo de qué sacó a Bejarano, dejando la banda derecha huérfana, para meter en ese puesto a Ramallo? ¿por qué con la entrada de Vargas, Alonso acabó jugando de enganche? ¿de verdad no hay sitio para Wayar? ¿por qué pesa tanto la ausencia de Pablo Escobar? ¿es el Tigre dependiente de un jugador de casi 40 años?.

En el clásico paceño hubo dos equipos: el uno salió a ganar y pelear el campeonato (y tiene banca), a veces con coraje, a veces con fútbol; el otro es una sombra (mediocre) de lo que fue, se aleja de los punteros y no despierta de un letargo preocupante.

Bolívar, dueño de los clásicos
“El rival tuvo más eficacia que nosotros”
La salida de Bejarano y el ingreso de Fierro

Bolívar, con Fierro, gana el clásico 206

Farías: “Debemos hacer algunos ajustes”

De un tiempo a esta parte, la designación de los jueces para cada partido, se la realiza por medio de un sorteo; en esta oportunidad, los señores Raúl Orozco y Óscar Maldonado estuvieron en esa disputa. Esta vez, Oscar Maldonado, quien cumplió en dirigir su décimo clásico, resultó ganador y tuvo a cargo la dirección del partido, en el que sus decisiones no incidieron en el resultado final, salvo una acción, en la que nuestro Capitán, salió de la casamata en total exaltación, pidiendo al juez sancione la pena máxima, acción que quedó en vano intento.

Tanto Pablo Escobar como William Ferreira, ambos goleadores en sus respectivos equipos, llegaban a este encuentro con veinte goles en clásicos cada uno. Ferreira tuvo la oportunidad de ponerse en ventaja y ampliar la diferencia, pero el gol estuvo ausente en los pies de la Fiera, en cambio nuestro capitán, ni siquiera pudo jugarlo. Tendrán que esperar hasta el próximo clásico.

Cuánto pesa la ausencia de nuestro Capitán en el onceno titular, su influencia tanto técnica, táctica como anímica, es imperiosa. Creemos que es hora de pensar en su heredero; se habla que el juvenil Henry Vaca es una posibilidad, pero la negligencia del mandamás del equipo, se niega a darle continuidad y fogueo. Tuvo una gran oportunidad de convertir y poner al gualdinegro en ventaja, ahí se vio que le falta el centavo para el peso. Ojalá el crack no se canse y cruce al frente.

Gran recibimiento al gualdinegro desde la curva Sur, con el despliegue de una gran bandera con los gloriosos Oro y Negro, que cubren en su totalidad la tribuna. Lástima que las cifras no retribuyeron el derroche de entusiasmo de la hinchada que nunca renuncia !!!

Alejandro Chumacero se desempeñó como Capitán del cuadro Aurinegro en ausencia del titular Pablo Escobar. Su desempeño sigue preocupando a la hinchada, quien quiere ver a su ex cachorro como cuando hace muy poco tiempo, nos hizo cantar sus goles hasta quedar afónicos. Deseamos que pronto recupere esa cualidad innata que recibió del Creador !!

La entonación del Himno Paceño le dio el marco de civismo a la jornada deportiva esta tarde, para luego el equipo visitante ofrecer el saludo protocolar al cuadro local. Efusivas muestras de amistad convertidas en abrazos entre "colegas" fueron el toque simpático antes de que se diera inicio al partido, además de ofrecer un Toque de Silencio, por las víctima de los desastres naturales que azotan varias regiones del mundo. Buena actitud.

Cuando se desarrollaba el primer tiempo del partido, los Pasa Pelotas empezaron a ocultar balones y a devolverlos con una calma inusual, hasta que el árbitro del partido, tuvo que amonestarlos para que cambien de actitud. ¿Quien daría la orden para que los muchachos adopten esa postura??? ; mayor preocupación en el entendido de que el equipo local es el que designa a esos muchachos, y “equipo local” ayer fuimos nosotros.

¿Qué paso con el cambio de Diego Bejarano?; ¿ por qué nuestro entrenador dispuso su reemplazo cuando además de ser el mejor lateral derecho del futbol boliviano convierte más goles que nuestro centro delantero? ¿quién nos dará la respuesta?

Nuestro eterno Capitán, que hoy tuvo que permanecer en el banco de suplentes, en varios pasajes del partido, demostró su impaciencia y nerviosismo, saltando de la casamata en forma vigorosa y echando gritos; estuvo a punto de recibir una tarjeta de amonestación. Usó guantes de arquero para calentar sus manos, sin embargo de estar el día, moderadamente soleado!!.

Lo feo y triste son las imágenes que el periódico El Deber de Santa Cruz muestran hoy en su edción, cuando a nuestro caudillo y capitán Pablo Escobar se lo observa discutiendo con algunos hinchas desubicados cuando se disponía a marcharse a su casa…; MUY MAL POR ESOS “HINCHAS”…!

La hinchada mostró en las redes sociales su molestia por lo que viene sucediendo con nuestro equipo; mayor calentura aun cuando ya son 3 clásicos seguidos que los celestes nos vencen; ¿qué sucede? Pregunta el hincha…, somos el club que más jugadores aporta al seleccionado nacional (síntoma que tenemos buenos jugadores), pero los resultados son desesperantes.

Estamos a 4 meses de la Copa Libertadores 2018 a la que ya estamos clasificados; y al paso que vamos parece que tendremos un fugaz paso por ese próximo torneo…, estamos a tiempo de corregir el camino.

El próximo encuentro lo jugamos este próximo miércoles 26 frente a Real Potosí en el Víctor Agustín Ugarte de la Villa Imperial, equipo que está penúltimo en la tabla de posiciones y candidato al descenso…; una oportunidad para levantarnos, caso contrario, nos quedaremos en la panza de la tabla entre los mediocres…; VAMOS TIGRE C.......!!!

Desde mi punto de vista se juegan dos torneos simultáneamente, La Liga y los clásicos del año. Éste era el tercer partido del torneo de los clásicos del año y, por el resultado, ese torneo se perdió ya. Empiezo así para que pueda entenderse la bronca y la frustración que siento después de ver un clásico que no solo se tenía que ganar, no solo que se podía ganar, sino que debió haberse ganado por la diferencia que existe entre los jugadores de ambos planteles.

Y es que me reitero diciendo que, puesto a puesto, el Tigre tiene el mejor equipo de Bolivia, y se vio en el clásico, donde el Tigre tenía más juego que el rival y sus jugadores mostraron en todo momento ser superiores. Pero sin técnico, es difícil.

Farías perdió el partido por desnudar el flanco derecho del Tigre, y lo perdió él porque los jugadores lo jugaron bien. Si se pone tres hombres de ataque, con Alonso de media punta, al igual que Henry, ¿qué era Chumacero? ¿nueve? Y ¿desde cuándo Ramallo es lateral?

Lo bueno es que los jugadores están, ambos Bejarano en un gran partido, la zaga central pese a algún error muy puntual estuvo sobria y segura, Veizaga ha recuperado definitivamente su nivel, Castro estuvo mucho menos impreciso, Henry se peló alguna chance por su inexperiencia, Chumacero va lentamente recuperando su nivel y ya sabemos que Alonso, si no viene Fos Sports, no juega. Vaca, aparte del error, bien. Vargas debió entrar por Alonso, y Ramallo nunca debió entrar.

Los goles en dos contras, la primera me pareció falta sobre Martelli, y la segunda fue el corredor derecho que Farías dejó desarmado.

De modo que lo bueno es que los jugadores están, incluso si Pablo no puede jugar, hay con qué armar equipo. Hay jugadores para todos los puestos, posiblemente menos para nueve. Hasta el tres-cuatro-tres parece un dibujo interesante con el que se puede ganar a cualquier rival a nivel local.

Lo malo es que no hay técnico. Que el partido lo pierde Farías por mover el equipo. Vargas hizo un partido mejor que el de Alonso y debió entrar de nueve con Henry y Chuma de medias puntas. Bejarano no debió salir y Ramallo no debió entrar.

Lo feo es que perdemos tres clásicos en lo que va del año y eso hace que el torneo de clásicos esté perdido. Y quedamos muy relegados en la Liga, aun faltando mucho todavía.

Parece evidente que el Tigre es mucho más de lo que se ve, pese a que el despliegue de los jugadores, ste partido, me gustó mucho, a diferencia del partido contra la U.

Moreira y Jara ocupan presupuesto y puestos que pueden ser para jugadores bolivianos. Dado su poco peso e influencia exigua en los resultados del plantel, por ahora, no existe diferencia entre alinearlos en el equipo titular o en el banco de suplentes o si estuvieran totalmente ausentes; Farías, el hermano menor que declaró literalmente que no quiere superar el trabajo de su hermano mayor, vive en un limbo de decisiones que se explican en buena medida por su falta de experiencia, conocimiento, atrevimiento y convicción a la hora de planificar los partidos, amén de su mínima ambición: un Tigre desconectado entre líneas, con una estructura defensiva ineficiente, un mediocampo que pese a contar con un volante como Castro ha perdido la claridad en la salida, un sistema de ataque que está basado en el desborde y en el centro (extremadamente básico para un equipo con nuestras ambiciones) y un equipo que ya no juega para Pablo, sino contra él; por si eso fuera poco, el grupo de Salinas, en el cual se pueden encontrar nefastos dirigentes que fueron parte de fracasos importantes en gestiones pasadas, quiere hacerse con la FBF bajo el solo argumento de que “un colla” tiene que hacerse cargo de la misma, olvidándose de la realidad por lo menos deportiva de nuestro club.

Don César, sumergido en una “champa” guerra con el titular de Baisa y cuya oreja viene siendo estimulada por el oportunismo de su grupo colegiado, ya no es más el referente de autoridad en un equipo que ha perdido el norte. Las actuaciones de nuestro plantel deberían ser las de uno que está dentro de los mejores 16 del continente. El peor síntoma de abandono se dio en la eliminatoria contra Lanús, cuando lo político opacó a lo deportivo: el anuncio de que Salinas iba a por la FBF enterró el histórico partido en La Paz, donde nos meten un gol de 30 metros y Escobar jugó a pierna cambiada, cuando Farías mandó a un jugador de 37 años a realizar diagonales hacia el arco rival, en medio de 7 jugadores argentinos por detrás de la línea de la pelota. El grupo de Don César, merced a su conocimiento obtenido por medio de videojuegos y videos de YouTube, quiso zanjar la salida del Farías mayor invirtiendo el menor tiempo posible. Es como si el Tigre les debiera algo a los hermanos Farías en lugar de que ellos nos deban algo a nosotros. A como dé lugar, se acomodó a un entrenador con una preparación que no supera a los de nuestra división B.

De todas formas, nada de nuestra realidad futbolística conmueve a los futuros gerenciadores de la FBF, que seguramente lo único que harán es cambiar las cuentas oficiales de Twitter y figurar en las fotografías en los partidos de eliminatoria, porque de su programa no se conoce absolutamente nada más allá de que es un archivo de PowerPoint de seguramente no más de 5 megabytes. Los hinchas asistimos al desperdicio del talento de los Bejarano en nuestros laterales, de los Veizaga y Castro en nuestra medular, de los Chumacero, Wayar y Soliz (al que dejaron ir como media vieja) en función de lucha y pierna joven, de los Ramallo y Alonso en el ataque, de los Vargas y Vaca en los extremos y de nuestro amado Pablo Escóbar, que sumido en esa miseria ve como el plantel no aprovecha ni su experiencia ni su talento. La preparación para la Libertadores 2018, bien gracias. Y es que no había que traer refuerzos. Perder contra el último de la tabla de posiciones es un buen signo de que nuevamente estaremos entre los 16 mejores. Perder el clásico casi sin jugarlo, y con nuestra cabeza puesta en sentirse socialmente ascendida, lo mejor de la vida. Hemos canjeado poder político por resultados deportivos.

Dentro ese marco, la reconstrucción de media decena de enseñanzas sabias, que recibí de Don Raúl. Cabe compartirlas. En calidad de agradecimiento y honra a su ejemplar memoria.

• Asumir el papel de Merlín entre los caballeros de Arturo. Que las acciones sean inspiración, magia e impulso en los grandes retos y logros. Sobre todo, en las “levantadas”.

• Permanentemente ponderar la familia, la Institución, el trabajo y los amigos genuinos, como lo que cuenta en la vida. Los poderes y las figuraciones, pueden llegar; pero no se debe perseguir.

• Si se trata de algo necesario, requerido y aceptado desde la identidad y proyecto, hacerlo. Cumplir con altura y dignidad. Saber que se hizo, la máxima satisfacción. No depender de aplausos, recompensas o fama en lo inmediato. Eso es viento que pasa.

• Quien ríe con todos/as, es el que logra reír mejor. Más aún, si es con uno en el papel de “objetivo” y no exponiendo a nadie.

• Ser previsor siempre; dar el máximo de sí en cada ocasión. Cierto y practicado hasta donde sea posible. Sin tornarse obsesivo, ni revanchista. Vivirlo plenamente.

No es así nomás, que el “Nº 1” constituye el héroe mítico. A la manera mía, trato de seguir el camino. Para ello, remarco las memorias y grito desde las tribunas. Siempre en el intento de constituir motor y soporte, pues tal el papel del/de la hincha.

Fuentes:
Recuerdos del autor.
Foto de 2003; colección familia Riveros-Gonzáles; su amabilidad siempre agradecida.
Acerca del “clásico” (adición): Gran partido, innegable. Faltó hacer los goles; el menudo detalle. Pero el Equipo “respondón” sigue.