NI EL MÁS MÍNIMO INTERÉS
(Por Juan Illanes Gilmet)

The Strongest (1) vs. Nal. Potosí (2)

Qué valía más? Intentar ganar un absurdo torneo de relleno o irse de vacaciones con sus familias?. Nadie tuvo dudas sobre esa cuestión.

La hinchada apenas hizo acto de presencia y los jugadores que alineó Paz García no mostraron ni el más mínimo interés en ganar este encuentro.

Que se acabe ya este desastroso año parecía ser la consigna y se logró en parte.

Prolongar la agonía? Arriesgarse a la enésima humillación en una hipotética final? No gracias.

El Tigre tiró el partido desde el primer minuto. Y si no fuera por un penal insulso, por única vez regalado hacia nosotros y no al rival, probablemente hablaríamos de una derrota incluso peor.

Y el verdugo no fue otro que nuestro querido Chiqui Torres, otro jugador que en el Tigre se desinfló, pero que es líder indiscutible de su nuevo equipo. Sin duda a alguna gente le vale más ser cabeza de ratón que cola de Tigre.

En fin. Nacional por su parte “perdonó” al atigrado, especialmente en el primer tiempo, y en el segundo los stronguistas se abocaron a tan solo maquillar otro pésimo resultado, otro torneo perdido…

Porque eso de jugar por el honor, el amor al deporte, la pasión por el fútbol… es para otra gente. Gente de otros tiempos donde estos valores si tenían sentido.

Hoy el fútbol es solo un trabajo en el que suena el pitido final y todos corren a casa a olvidarse.

De todas formas, nunca mejor dicho, este año será para el olvido y tiempos mejores vendrán, y este año será tocado en los libros así por encima nada más.

Vamos Tigre!!! Levanta tu corazón...

EL TIGRE EN LA LONA
(Por Ricardo Bajo)

The Strongest (1) vs. Nal. Potosí (2)

Introducción: el torneo peor organizado de la historia llega a las semifinales que se juegan entre martes y jueves; una de ellas -Tigre y Nacional Potosí- se disputa con una diferencia menor a las 48 horas, aspecto prohibido por la FIFA. El sindicato de jugadores (¿existe?) no dice ni mu. Se juega con la salud de los futbolistas, verdaderos protagonistas del juego y nadie levanta la voz. Así nos va.

El Tigre pelea el cupo Bolivia 3 de la Libertadores; necesita para eso alcanzar la final. Ya tiene garantizado ser Bolivia 4, lo que significa ganar dos llaves para llegar a la fase de grupos; o sea, una epopeya.

Nacional Potosí viene al Siles con un buen/rápido equipo. Estamos los tres mil fieles de siempre en una noche fría y lluviosa. El Tigre es una iglesia con pocos feligreses. Sopla un gélido viento sur que azota una norte despoblada.

Nudo: la primera parte es para la “banda sangre” de Potosí, otrora (allá por el siglo XVII) capital del mundo, la ciudad más rica y poblada sobre la tierra conocida. Los del cruceño Leonardo Eguez van a llegar más y mejor al arco de Diego Valdivia (la única nota positiva en esta recta final para el olvido). Roca es el lateral zurdo. Y Ursino es el enganche. Un penaltito (agarrón en el área, de los que no se pitan) permite el uno a cero para el dueño de casa. A la media hora empata con un golazo un viejo conocido de la parroquia del oro y el negro, el “Chiqui” Torres. En el último minuto, otro penaltito coloca el uno a dos, que será definitivo. Ursino se va lesionado antes de que acabe la primera parte.

El Tigre es una enfermería de cojos, lisiados y tullidos; es un “hospital de sangre”, así se llamaban a los hospitales militares de campaña durante la Guerra del Chaco.

Desenlace: la segunda parte es para un Tigre que quiere pero no puede. Es Arrascaita contra el mundo. El gualdinegro es Amoroso-dependiente. Pero Joel, otro lesionado, ya está en la Argentina. El “Derribador” arrancó la temporada con un tridente de garantías (Chura-Amoroso-Triverio), sin los tres se ha convertido en un equipo sumamente limitado, mediocre, vulgar.

Los minutos de arrebato y furia se difuminan; la barra enciende medio centenar de bengalas que inundan de humo toda la cancha; viajamos en el tiempo y el espacio hacia la “Gran Niebla” de los 50 en Londres, la ciudad de Jack el Destripador.

Post-scriptum: el Tigre está en la lona, ha bajado los brazos y la guardia alta. Está desprotegido, a merced de los ganchos rivales. ¿Viajará a Potosí con el ánimo suficiente para otro milagro? ¿Tendrá la dirigencia del club -unida a última hora- billetera para armar un equipo de garantías para ir por la hazaña en Copa Libertadores?

VIDEO DEL ENCUENTRO